lunes, 14 de marzo de 2016

La ruta del ébola empieza en nuestros coches

Comentario sobre La ruta del ébola


Es sobrecogedora la fuerza que tiene el sistema capitalista actual, promoviendo su propia autodestrucción inconscientemente, lo cual, me recuerda al síndrome de la rana hervida, que consiste en que si echamos la rana al agua caliente, ésta pegará un salto evitando el peligro. No obstante, si echamos una rana en una olla con agua fría y lentamente vamos calentando el agua puede llegar a hervir y morir sin darse apenas cuenta de ello.

Poco a poco el planeta se está calentando cada vez más, y sin darnos cuenta, provocando que la vida en este planeta sea más difícil e insostenible. Sin embargo, este proceso es muy lento, tanto que a penas la sociedad se da cuenta de que sus actos tendrán unas consecuencias catastróficas en el futuro, comenzando por las grandes multinacionales, las cuales, con su inmenso poder en las economías mundiales son capaces de manipular con tal de llevar a cabo sus objetivos, ignorando si es o no respetuoso con la madre naturaleza.

Un claro ejemplo de esto es la reaparición del ébola, la cual constituye un proceso que tiene trazas en común con la producción de cruasanes, como se muestra a continuación.




Tanto los cruasanes como el ébola tienen un elemento en común: aceite de palma, la cual además se utiliza como combustible de los grandes negocios: gasolina. Se puede discernir así que al final, comemos y nos rodeamos del veneno que nosotros mismos (los seres humanos) producimos.


El sistema actual de producción fabrica demasiado impulsando el consumo y explotando los recursos naturales, lo cual, ya está provocando que, en ciertas partes del mundo la desertización, la escasez de agua y de alimento, entre otros, ya sea un hecho. No obstante, aún no es tarde. Es por ello, que como futura educadora social, concienciar tanto sobre el medio ambiente, sobre la adquisición de un estilo de vida confortable y respetuosa con este y sobre la defensa de este es primordial, ya que, sin el medio ambiente, los seres humanos no somos posibles.




Sonia Blanco

No hay comentarios:

Publicar un comentario